En virtud de ello, proponemos un edificio organizado en tres bloques: servicios, atención al público y ceremonias; con una alta ocupación de suelo y un mínimo desarrollo vertical. De esta manera propiciamos, que la mayoría de las posibles situaciones se desarrollen en contacto con la planta baja y por ende con la plaza diseñada por Clorindo Testa. Para aquellas actividades que se realicen en el primero y segundo piso, procuramos igualmente la conexión con el nivel cero. Para lograrlo disponemos de dos subsistemas: la calle transversal y la fachada permeable. La primera funciona como un conector entre la plaza y los patios internos del CGP generando la iluminación y ventilación necesarias. A través de dos calles transversales el edificio respira.

La fachada permeable permite el aprovechamiento del desarrollo longitudinal que tiene el edificio, virtualizando ese límite y conectando a los habitantes del CGP con el exterior.